viernes, 21 de septiembre de 2012

UNO DE NUESTROS MUCHOS ENCANTOS


Por Javier Llerena

En Andalucía, sobre todo en el litoral gaditano el ir a la playa es todo un ritual. La jornada de playa suele comenzar un día antes, me explico, solemos marchar al supermercado más cercano para preparar la mochila: bebidas, bocadillos, cervezas, refrescos, agua, zumos… Todo muy frío y bien almacenado en la nevera de playa. No puede faltar el indiscutible protagonista de la playa, el  también conocido como el elixir del verano y no es otro que el tinto con casera blanca. La comida que más predomina en las jornadas playeras son los bocatas,  fruta fresca, tortillas de patatas, pimientos fritos o asados, filete de pollo empanado, aceitunas…. Para los más cómodos y sibaritas decir que existen chiringuitos donde por pocos euros podéis dar buena cuenta de todos estos manjares. Comerse un pescadito a la plancha con una buena ensalada en la terraza  del chiringuito es un placer difícil de describir, pero el saborear un bocata de tortilla con un buen refresco cerca de la orilla de la playa no tiene precio.

Recomiendo marchar por la mañana temprano, sobre las diez de la mañana, cogeremos un buen aparcamiento. Todo se puede transportar en el maletero del coche: sillas, mesas, sombrilla, nevera de playa, protección solar, toallas y ganas de pasarlo bien… Lo demás lo descubriréis sobre la marcha.

La playa de Camposoto o del Castillo como se denomina oficialmente, es una de las mejores playas del litoral andaluz, por extensión de España y no me quedaría corto afirmando que del mundo. Se encuentra situada en el parque natural de la Bahía de Cádiz, es una de las más limpias y vírgenes del litoral y desde hace varios años consecutivos es Bandera Azul de los mares de Europa (distintivo de calidad). Playa arenosa de color blanca, con un magnífico sistema dunar que se extiende desde el Castillo de Sancti Petri, lugar denominado Punta del Boquerón, hasta el río Arillo. Sus aguas son tranquilas, limpias, claras y sobre todo no son nada peligrosas. Lo más grave que puede ocurrir es el típico despiste del bañista que no sabe donde dejo su suegra (con el correspondiente enfado de su mujer) imagínense la tranquilidad que eso supone.

Su paisaje, sobre todo en bajamar constituye un foco de atracción único, especial y singular. Posee un atractivo turístico de gran valor  así como un magnífico lugar de esparcimiento y recreo para los visitantes y vecinos de San Fernando.

Encantado de poder servirles, un saludo,